Bechamel
Puede que esté mal que yo lo diga, pero tengo una mano estupenda para la salsa bechamel. Siempre me queda bien, fina, cremosita y sin grumos, y, por supuesto, sin necesidad de pasar la batidora ni nada de eso. Creo que el truco está en tener paciencia y dejarle su tiempo, no parar de remover, leche a temperatura ambiente, fuego suave y mucho amor. Sí, sí, habéis leído bien: “mucho amor”. La bechamel es una de las cosas que más me gusta cocinar, mientras le doy vueltas y vueltas me evado de todo, sólo pienso en la salsa, no hay nada más alrededor, es uno de los ejercicios más relajantes y me provoca mucho amor. Con estas cantidades (he tenido que medirlas para el blog, porque yo siempre lo hago a ojo) os sale suficiente para cubrir una bandeja de horno para cuatro personas (como en la receta de lasaña de atún). Para el caso de las croquetas, la bechamel la hago de forma diferente, pero eso os lo revelaré otro día (intentaré que sea pronto), aunque os daré una pista: me gusta que la bechamel de las croquetas quede algo más espesa, para tener croquetas más compactas, así que modifico las cantidades, más aceite y más harina para la misma cantidad de leche. Espero que con esta receta os salga una bechamel tan deliciosa o más que la que yo hago.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de aceite
- 25gr de harina
- 500ml de leche a temperatura ambiente
- Sal
Ponemos el aceite en un cazo al fuego, incorporamos la harina y removemos bien, para que se cocine la harina y no nos salgan grumos.
Cuando la harina esté cocinada (como veis en la foto),
vamos incorporando la leche poco a poco, con el fuego no muy alto (es preferible un fuego suave) y sin parar de remover para deshacer los grumos. Se trata de que echemos un poco de leche y la disolvamos, otro poco y removamos hasta disolver los grumos, y así, hasta terminar con toda la leche y que nos quede una bechamel integrada.
Finalmente, ponemos un poco de sal y removemos.
En este momento también podéis incorporar otras especias que casen con el plato al que irá destinada vuestra salsa bechamel, por ejemplo nuez moscada, pimienta,…
Ya podéis retirarla de fuego y disfrutarla sobre el plato que queráis.
¡¡ Hola!! Tienes toda la razón con la bechamel, o le das amor, o te peleas con ella para siempre. Muchas gracias por esta explicación tan detallada de como hacerla. A mí hay días que me sale a la primera, y otros…¡uf! La próxima vez, seguiré tus consejos. Besitos.
Es una de las salsa que mas me gustan. Y es verdad te ha quedado fantastica!! Bs.
Julia y sus recetas.
Me encanta y tienes toda la razón paciencia y mucho mimo, te ha quedado estupenda!! Un abrazo, Clara.