La cocina de mister huevo

La lasaña (lasagna) admite infinidad de variantes para rellenar las láminas, creo que por eso me gusta tanto, porque aunque no tengas todos los ingredientes, bastan las placas de lasaña para desarrollar tu creatividad y rellenarla con lo que tengas en casa. En esta ocasión, rellena de atún; ningún ingrediente fuera de lo que podamos encontrar en cualquier cocina. ¡Disfrutadla!

Ingredientes (para 4 personas):

• 12 placas de lasaña
• Una cebolla
• ½ pimiento rojo
• ½ pimiento verde
• 2 tomates
• 2 latas pequeñas de atún
• Aceite de oliva
• 2 cucharadas de harina
• 300 ml de leche
• 4 lonchas de queso
• Sal
• Mantequilla (para la fuente de horno)

Habitualmente suelo utilizar placas de lasaña que hay que cocer en agua hirviendo primero (es bastante sencillo si seguís las instrucciones del envase), pero esta vez he probado las que se utilizan directamente sin cocción previa. La única diferencia es que no tienes que cocerlas primero, pero necesitan más tiempo de horneado.

Picamos la cebolla finita y la doramos en una sartén con aceite. Cuando esté doradita y blandita la reservamos.

Hacemos lo mismo con el pimiento verde y con el pimiento rojo. Podemos saltearlos en la misma sartén de la cebolla, juntos o separados. A mí me gusta hacerlo por separado, pero creo que es más una manía que otra cosa.

Cuando los pimientos estén listos, añadimos la cebolla y los tomates sin piel y picaditos, dejamos que se ablanden unos minutos, un poquito de sal y añadimos el atún desmigado y escurrido. Reservamos.

Vamos con la bechamel: ponemos un chorrito de aceite en un cazo al fuego y echamos la harina, dejamos que se haga removiendo bien. Cuando esté listo vamos añadiendo la leche (del tiempo), removiendo todo el tiempo para que no nos salgan grumos. Una pizquita de sal y listo.

Untamos de mantequilla la fuente de horno y colocamos una capa de placas de lasaña, después otra capa de la mezcla de atún, pimientos, cebolla y tomate, otra capa de placas de lasaña y así sucesivamente.

Sobre la última capa vertemos la bechamel y colocamos las lonchas de queso encima.

Metemos al horno. En mi caso, con las placas sin cocción previa y siguiendo las instrucciones del envase fueron 30 minutos a 200º, pero si habéis utilizado láminas con cocción sólo tendréis que gratinar, aproximadamente 6 minutos a 250º. Quedó realmente buena.