Pollo en tempura y salsa de ciruelas
En esta receta el pollo debe quedar crujiente, por eso, hay que seguir al pie de la letra las recomendaciones para la tempura. También aprovecho para recordaros que la salsa de ciruelas es bastante fuerte, no es salsa de tomate, por lo que os recomiendo que la sirváis con discreción; no os preocupéis si os sobra, porque puede congelarse y utilizarse en otra ocasión. Os aseguro que queda “crujientemente” delicioso (I love chicken), así que ¡al ataque!
Ingredientes (para 4 personas):
- 2 pechugas de pollo (aproximadamente 450 gr de pechuga de pollo)
- 1 cucharada de harina de trigo
- ½ cucharada de harina de maíz
- 1 cucharadita de albahaca
- 75ml de cerveza
- 150gr de ciruelas rojas
- 1 cucharada de azúcar
- ½ vaso de vino tinto
- 1 vaso de agua
- Sal
- Aceite para freír
En esta receta comenzaremos por la salsa de ciruelas, porque el pollo debe ser lo último para que no pierda el crujiente. Lavamos las ciruelas y las partimos en trozos (no importa que los trozos sean grandes o pequeños porque al final los trituraremos), desechando el hueso.
En un cazo ponemos el azúcar al fuego con una gotita de agua y cuando empiece a caramelizar (a ponerse tostado) añadimos las ciruelas, les damos una vuelta e incorporamos el vino y el vaso de agua.
Dejamos que reduzca (unos 10-15 minutos), retiramos del fuego y pasamos por la batidora.
Para hacer la tempura de cerveza, echamos en un bol la harina de trigo, la harina de maíz, la albahaca y la cerveza (bien fría) y removemos bien, para que no queden grumos.
Rebozamos la pechuga, salada y cortada en dados (del tamaño de un bocado), y freímos los trozos de pechuga de pollo en una sartén con abundante aceite bien caliente. Cuando saquemos los trozos de pollo de la sartén, los colocaremos sobre una fuente con papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite y emplatamos.
De esta receta lo único que sabría hacer yo sería coger el coche e ir al Carrefour a por un pollo.