La cocina de mister huevo

Día 20: nuevo desafío del blog Desafío en la Cocina, esta vez a cargo de las hermanas Camilni, del blog La Cocina de Camilni. Las reglas eran: tarta Dobos, bizcocho elaborado por nosotr@s mismos y algo de manga pastelera. Así que con estas instrucciones he hecho mi tarta dobos, después de ver un par de vídeos de cocina húngaros (por supuesto, yo no hablo húngaro, pero para ver no hace falta) y realizando una receta bastante fiel a la original. Os cuento que la tarta dobos es un postre muy típico en Hungría y dicen que el favorito de la Emperatriz Isabel de Baviera (más conocida como Sissi Emperatriz); es un postre con seis capas de bizcocho, un relleno de chocolate y una cubierta de caramelo. Lleva un poco de trabajo, pero la verdad es que está realmente buena (aunque sinceramente pienso que se podría conseguir una tarta igual de buena con mucho menos trabajo). Como no quiero que este post se alargue mucho (ya que la receta es bastante larga) no os entretengo más, aunque también deciros, como en otros desafíos, que podéis pasaros a ver las fantásticas recetas de mis compañer@s pinchando en el enlace: Desafío en la cocina.

Ingredientes (para 6 personas):

-          Para el bizcocho:

• 4 huevos
• 75 gr de azúcar
• 110gr de harina
• 2 cucharitas de esencia de vainilla

-          Para el relleno:

• 75 gr de azúcar
• 30 ml de agua
• 3 yemas de huevo
• 50gr de chocolate de repostería
• 30 gr de cacao en polvo
• 125gr de mantequilla

-          Para la cobertura de caramelo:

• 100gr de azúcar
• 50ml de agua

-          Para el montaje de nata:

• 100ml de nata para montar (bien fría)
• 40gr de azúcar

Comenzamos por el bizcocho:

Separamos la clara de la yema y batimos las yemas con la mitad del azúcar. Tienen que estar muy bien batidas hasta que el azúcar se disuelva completamente. Echamos la vainilla.

Montamos las claras a punto de nieve y les añadimos poco a poco el resto del azúcar (seguimos batiendo un poco más, para que el azúcar se mezcle). Incorporamos al bol con las yemas y mezclamos suave.

Añadimos la harina y mezclamos.

Dibujamos en el papel de horno unos círculos de 20 cm, dividimos la masa del bizcocho en seis partes iguales (podéis ayudaros de seis vasos para que os quede igual cantidad de masa) y echamos la masa sobre el centro de los círculos esparciéndolos hacia los lados con ayuda de una espátula o cuchara hasta que cubramos la circunferencia.

Horneamos (con el horno precalentado) a 180º durante 10 minutos.

Dejamos que enfríen antes de desprenderlos y obtendremos una fina capa de bizcocho que huele fenomenal y sabe mejor. Reservamos.

Para el relleno, ponemos al fuego el agua y el azúcar hasta que se disuelva (sin llegar a hervir) formando un almíbar un poquito espeso. Retiramos del fuego y dejamos que temple.

Añadimos las yemas batidas poco a poco (y cuando no esté caliente para que no se corten), ponemos al fuego suave e incorporamos el cacao en polvo. Removemos bien.

A continuación agregamos el chocolate fundido (podéis fundirlo en el microondas con cuidado, a intervalos de 30 segundos) y por último, la mantequilla. Retiramos del fuego y removemos de tal forma que la mantequilla se disuelva con el calor residual del recipiente. Dejamos enfriar un poco.

Colocamos una capa de bizcocho y la cubrimos con el relleno de chocolate. Vamos alternando capas de bizcocho y chocolate reservando la sexta capa que dejaremos aparte.

Cubrimos toda la tarta con la mezcla de chocolate.

La base de bizcocho que hemos reservado, la cortamos en seis porciones (yo lo hice con un cortapizzas) y la colocamos sobre una rejilla con algo debajo para no manchar (en este caso utilicé el papel de horno que había empleado para hornear los bizcochos, ya que lo iba a tirar, decidí aprovecharlo para escurrir los restos de caramelo).

Para hacer el caramelo, ponemos en un cazo al fuego el azúcar con el agua y dejamos que se haga a fuego medio. No remováis ni os impacientéis. Deberá hervir y evaporar el agua antes de que obtengamos el caramelo.

Cuando empiece a tomar un color tostado retiramos del fuego.

Vertemos el caramelo sobre el bizcocho que hemos porcionado. Reservamos.

Por último, y como uno de los requisitos del desafío era utilizar la manga pastelera, montamos la nata y, cuando esté a medias le vamos añadiendo el azúcar poco a poco.

La metemos en una manga y decoramos la tarta: mi decoración es muy sencilla porque aún no tengo práctica con la manga, así que sólo lleva un borde por debajo y pequeños adornos sobre la tarta, uno por porción, para sujetar los bizcochos de caramelo.

Finalmente, colocamos los bizcochos de caramelo un poquito de lado pero elevados.

Y esta es una foto del corte (otro requisito imprescindible de este desafío).