La cocina de mister huevo

El otro día, mi madre tenía unos higos que le habían regalado, ahí, poniéndose mustios y dije: ¿quieres que te los haga mermelada? Dicho y hecho. Así que hoy vengo con una receta de mermelada de higos, sencilla y sin complicaciones. Advertiros que el sabor de la mermelada va a depender mucho de la calidad, tipo y madurez de la fruta. Por ejemplo, cuanto más madura, más dulce la mermelada. Esta quedó buenísima. Así que si tenéis higos, os animo a que lo intentéis, queda deliciosa y podéis conservarla todo el año.

Otra cosita: con esta cantidad, me salieron 2 botes de 300gr aproximadamente.

Ingredientes:

• 600gr de higos
• 350gr de azúcar

En primer lugar, pelamos los higos y los troceamos toscamente. También podéis lavarlos bien e incluir la piel en la mermelada, el resultado sería otra mermelada diferente, tanto en sabor, como en color. A mí me gusta más pelarlos, queda un sabor más dulzón, pero si tenéis prisa, no os olvidéis de lavarlos bien y al fuego con todo.

Ponemos los higos junto con el azúcar en una cazuela a fuego suave y dejamos que se cocinen, removiendo de vez en cuando durante 35 o 40 minutos.

Cuando termine y esté todo blandito tenéis dos opciones: pasarlo por la batidora, si no os gusta encontraros ningún trocito, o dejarla enfriar así, tal cual, si os gusta que se noten los tropezones de fruta para que se vea más natural, que realmente es casera y procede de fruta de verdad. Yo prefiero la segunda opción, es decir, que me olvido de la batidora.

Para envasarla al vacío, os dejo algunos consejos:

-          Dejar que la mermelada enfríe por completo antes de cerrar los botes de cristal.

-          Esterilizar bien los frascos (cociéndolos en agua hirviendo, tapas incluidas).

-          Una vez cerrados, colocarlos bocabajo para que hagan el vacío (habéis leído bien, no es necesario volverlos a hervir para conseguir el vacío, basta con ponerlos bocabajo varias horas).

-          El azúcar que hemos echado actuará como conservante natural.

-          Y, por supuesto, conservar en lugar fresco y seco y apartados de la luz directa (de sentido común, como cualquier alimento, no lo vamos a poner ahí para que le pegue el solazo y se broncee, jajajaj).

Con esto tendríais lista una deliciosa mermelada de higos, y aunque no os gusten los higos (como fruta), en mermelada están buenísimos.